La Navidad es un periodo ideal para hacer cosas en familia. Los adultos intentamos adaptar nuestros horarios a a estas fechas para disfrutar entre tanto compromiso y los niños están de vacaciones. Su rebosante energía conviene ocuparla en actividades educativas que también sean divertidas. Nosotros, fieles a nuestra filosofía, llevamos años aportando ideas de talleres infantiles navideños con cartón. Y materializándolas, claro. Como muestra, en este artículo vamos a destacar algunas de las opciones más interesantes de nuestra oferta.

Construir en cartón utilizando la imaginación

El diseño estructural ofrece numerosas posibilidades en el aspecto profesional, algo que se traslada al campo de la formación. Con un conjunto de piezas bien pensadas, los pequeños acaban construyendo todo tipo de estructuras encajándolas, por ejemplo,  a modo de celosía. Es la intención de uno de nuestros talleres, en el que a través de este tipo de construcción se interactúa con el cartón a modo de introducción en el mundo de las estructuras espaciales y la arquitectura.

Mientras desarrollan la actividad, los participantes contribuyen a crear un diseño de gran tamaño que va creciendo con las piezas que ellos mismos van personalizando. Dibujos, deseos e ideas se entremezclan, aportando personalidad al resultado final. Con este tipo de dinámicas se llegan a construir hasta ciudades en miniatura.

Los talleres infantiles navideños de este tipo parten de la atracción de los más pequeños por las formas simples y sus posibles combinaciones constructivas. La actividad consiste en dotar de volúmenes una superficie trazada con impresión digital y compuesta de varias planchas encajadas entre sí a modo de puzzle. Para ello, se reparten prismas de distintos tamaños y formas y rotuladores para personalizarlos. La ciudad resultante, una mezcla de las que van imaginando los participantes, suele ser visualmente atractiva y, sobre todo, muy original.

Dos opciones infalibles: animales y personalización

Los animales y los niños tienden a llevarse bien. Los numerosos referentes de animales humanizados en cuentos o dibujos animados hacen que se desarrolle la empatía. El amor por la naturaleza va implícito ya en un taller organizado con materiales sostenibles, pero se hace más patente al introducir el mundo animal en la ecuación y ver la respuesta de los participantes. Máscaras de conejo, de oso, figuras en 3D para construir en equipo, el reino animal en cartón es un recurso con mucho éxito en los talleres infantiles navideños.

Los participantes se lo pasan en grande pintándolas de diferentes colores. Normalmente las producimos en blanco para que su customización sea más sencilla, pero también se puede utilizar la impresión digital y producirlas a color. Como en todo, se puede ir un poco más allá y no quedarse simplemente en la reproducción de cabezas de animales. Los talleres de de creación de animales de gran tamaño en cartón suponen también una opción muy divertida, aunque laboriosa, para potenciar el trabajo en equipo. Una vez terminados, suelen quedar espectaculares. También son customizables, por cierto.

Son varias las opciones de personalización que permite el cartón. Ya sea utilizando rotuladores, lápices o cualquier tipo de producto que no humedezca demasiado el cartón, se le puede aplicar color a nuestra creación. Otra opción empleada en ocasiones es la de la washi tape, una cinta adhesiva que no deja resto y que se puede encontrar impresa con interminables motivos que le aportan un giro estético al material.

Nuestra trayectoria organizando talleres infantiles nos ha mostrado que los niños saben muy bien lo que quieren hacer durante sus vacaciones navideñas: divertirse.

Mini (o no tanto) navidades de cartón

En Cartonlab apostamos por una Navidad más sostenible, tanto en nuestras actividades formativas como en los productos que ofrecemos en nuestra web.  Los dinosaurios de Navidad, arbolitos y otros productos infantiles, atemporales pero muy adaptables a la actividad de estas fechas, son muy fáciles de montar y personalizables. Perfectos para que los más pequeños jueguen, pero también como decoración vistosa y que no ocupa demasiado.

Si lo que buscas es cubrir un gran espacio y fomentar la interacción de muchos participantes, la construcción y disfrute posterior de un laberinto de cartón,por ejemplo, es una opción estupenda.

La Navidad es una época de gran afluencia de público en lugares como los centros comerciales. Es habitual que dentro de su programación de actividades incluyan talleres infantiles navideños y lo lógico es que dispongan de superficies grandes. Ahí es donde solemos emplear recursos de mayor tamaño, como el mencionado laberinto o incluso nuestro árbol de Navidad gigante. En torno a este tipo de espacios se suelen realizar también bastantes actividades para los niños.